SOY MI PROPIA VOZ
Amigos! Queremos compartir con ustedes una muy buena e importante reflexión sobre la forma en cómo percibimos el paseo de nuestros perros. Esperamos que les guste!!
Escúchame, mi amigo
Déjame que camine por delante de ti, extendiendo el máximo de la correa que nos guía, conecta y vincula a los dos.
Sólo deseo, que sea lo suficientemente larga para que pueda distanciarme de ti, unos metros; así podré ver el Mundo con mis ojos (y no a través de los tuyos) respirando la naturaleza de mi ser, con mi especial y sensible olfato.
¡Permíteme que en los paseos pueda desplegar mis sentidos, no me tengas pendiente de ti, todo el tiempo, por favor te lo pido!
Así entenderé, y sentiré, que la correa es una excelente herramienta de vida y libertad, no de compresión, agobio, tensión e inhibición.
Si me exiges que camine a tu lado, entonces no estoy en “libre”, estoy en una sesión de adiestramiento; y esto, perdóname, pero no es pasear.
Cuánta más libertad me regales, más amor te mostraré y demostraré.
Aprende tú a caminar a mi lado, nosotros, los perros, es lo que llevamos haciendo con los humanos generación tras generación, sin más motivo, que aquél que acompaña y apoya a un amigo querido.
El amor es nuestra especialidad, ahora, demuéstrame tú, que entiendes y comprendes lo que significa esta palabra.
¡A cada extremo de la correa late un corazón, no te olvides!
Esa cinta, es sólo un elemento que compartimos y utilizamos para conocernos, no quieras manejarla solamente para tu interés y comodidad.
No me saques a pasear, salgamos a pasear y a disfrutar de relajados momentos juntos.
Te escogí y llegué a tu vida para mejorarla; algún día lo entenderás.
¡Yo también me importo!
Atentamente: Tu perro.
“Escrito y Tomado de su autor Pere Saavedra”
Entrenadora Canina
CEO y Fundadora de Yes&Click
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